Al finalizar su día, quítese el reloj de la muñeca, limpiando el sudor o la humedad con un paño suave.
Esto evitará que el reloj se ensucie y prolongará la duración de la junta.
Mantenga el reloj alejado de los productos químicos (detergentes, disolventes, benceno, etc.)
Si debe lavar platos o lavarse las manos, quítese previamente el reloj para evitar humedad innecesaria.
Para quitar la humedad de su pulsera de cuero, utilice un paño seco en forma suave, sin frotar, para evitar que pierda brillo o se descolore.
Utilice un cepillo de dientes suave humedecido en agua o agua jabonosa para limpiar mallas metálicas y elimine la humedad inmediatamente con un paño suave y seco.
Si su reloj no es sumergible, tenga cuidado de no mojar la caja al limpiar la malla.
Realice periódicamente un chequeo de sumergibilidad con su servicio técnico de confianza.
Esto es necesario para evitar que las piezas internas se dañen por filtraciones de humedad indetectadas.